Salinas de Añana y el “Valle Salado”
El nombre de Salinas de Añana va inevitablemente ligado a la historia de la sal. Sus manantiales salinos aparecen ya documentados en el año 822, poco antes de la ocupación árabe en la zona. Después de ser fundada la villa de Salinas de Añana en 1.140 y ser por ello la más antigua de Euskadi, es en la Edad Media cuando la producción y el comercio de la sal hacen de ella una de las localidades más prósperas del norte de la península.

La historia de Salinas de Añana ha estado desde sus orígenes vinculada a la sal.Ésta destacó, más que como condimento, como elemento esencial para la salazón de los alimentos. Durante el medievo fue uno de los artículos primordiales de consumo y convirtió a la zona en un centro vital para la economía de la época. (Así lo documentan escritos del siglo IX).
Siendo la primera villa de Euskadi se desarrolló, gracias a su fuero, como uno de los lugares mas codiciados del norte peninsular.
Hasta el siglo XIX la Corona poseía las explotaciones salineras. Ya en el siglo XX su esplendor comienza a languidecer. El paso del tiempo y el abandono llevaron a las aproximádamente 5000 eras al declararse en ruinas. Actualmente y gracias a un plan de restauración integral, gran parte de esas 5000 eras ya están rehabilitadas -incluyendo aspectos arqueológicos arquitectónicos, culturales, ambientales y paisajísticos-.